ETAPA 14 SEBRAYO - CABUEÑES/GIJÓN



El día amanece fresco y soleado, nos levantamos al mismo tiempo los cuatro peregrinos, después de desayunar nos despedimos, “buen camino” cada uno con sus medios y con la misma ilusión, comenzamos la nueva etapa.

El entorno de los caminos que nos guían hasta nuestro destino están siendo muy relajantes, un poco desagradable cuando encuentras algún tramo embarrado, pero aún así, muy apacibles.

Divisamos la fábrica de sidra “El gaitero”, esa sidra que de niños y también ya de adultos, en las fiestas navideñas, como toque de distinción, aparecía en la mesa, elegante, marcando la diferencia, la diferencia entre el agua de diario y las fiestas, dos únicas bebidas aceptables y saludables. Bueno también para mi, en exclusiva, la ginebra, pero solamente como medicina y para esas ocasiones puntuales y a modo de anestesia, como calmante de esos malos momentos.

Pasando Villaviciosa y dejando el asfalto, localizamos nuestra querida planta “SIRIDONIA” . No os olvidéis de ella y si tenéis ocasión de conseguirla, tenerla en casa o el jardín es una buena opción.

El calor empezaba a ser pesadito, los caminos se estrechaban, una pelusa que se pose en tu piel la describes con los ojos cerrados como un elefante, pesado, áspero e incómodo. Tu piel, mojada, se pone tonta ante cualquier agente extraño, se alía con el cansancio y se vuelve intransigente y picajosa. En estos caminos estrechos incordiaba sutilmente algo, algo que, que me crispaba, pasaba por mi cara y no era un pelito de mi linda caballera, que era, que era, hasta que descubrí que era el resultado del laborioso esfuerzo complicado y delicado de……..la arañas……..la madre que las……El viento que juega buena parte del trabajo, las lleva en transporte a precio de crisis y las traslada de vacaciones al otro lado de su hogar y habiendo llegado a su destino, un ser, sudoroso y cansado, se la lleva por delante un muro de incomodidad.

Habíamos terminado de subir el durito ascenso, nos encontramos con la carretera dirección a Peón. El esfuerzo, apremia al organismo para trabajar también duro y quemar las grasas del cuerpo, llegando al punto de la necesidad de eliminarlas. Cuidado, la naturaleza es sabia y aprovecha y absorbe como abono las sustancias orgánicas, pero ante los ojos incluidos los nuestros, el respeto y la elegancia deben ir de la mano. Tápalo bien y que no estorbe.

El paisaje era extraordinario, árboles esbeltos queriendo alcanzar el cielo, nos ofrecían el frescor que eran capaces, el aroma era embriagador.

Aunque el cálculo nos decía que estábamos cerca del lugar decidido para comer, paramos diez minutos para refrescarnos un poco y comer una manzana.

¿Después de una subida que viene? Pues una bajada…., continuamos, disfrutando de las vistas y llegando a Peón, la sorpresa, estaban en fiestas, 27 de Julio. Las mozas y mozos vestidos con sus trajes regionales, las gaitas sonando, fue una entrada increíble. Estábamos en CASA PEPITO, recomendable totalmente y la etapa cuadra perfecta parando aquí a comer. Menú de domingo, salpicón de bonito, paella y brocheta de pescado, tarta de nueces y pera y café con hielo. Genial y necesaria, la segunda parte de la etapa se presentaba muy, muy dura y con un calor aplastante.

El camino te va a enseñar a ir en paralelo a la naturaleza y aprovechar la ayuda que te tiende al paso a pesar de las situaciones extremas o muy duras.

Si comparas, hazlo con algo peor, será un impulso muy fuerte para seguir. Mirad siempre hacia delante.

El esfuerzo y el cansancio alimentan mi fuerza y la convierte en reflexión.

Un consejo: Cuando el camino lleva ramas y en compañía vas, camina a distancia, tu cara lo agradecerá.

Se ve a lo lejos Gijón. Una zona lujosa, de grande chalets, anunciaban la cercanía de la ciudad. Para entrar con honrosa dignidad, decidimos parar en un espacioso bar con terraza, descansar tomando un refresco y refrescarnos un poco. Hace mucho calor, para esta etapa había elegido como uniforme del día, dado que el calor se había anunciado, un pantalón corto con sobre falda corta y con belcro para facilitar quitar y poder en cualquier momento y circunstancia, valoré lo práctico de su uso ( Decathlon) y lo recomiendo. En un momento del camino me quité la falta y la enganché en la mochila. Cuando legamos a la terraza que comentaba y me despojé de la mochila, por una parte fue una liberación, por otra, dejó ver las huellas del calor y el esfuerzo, reflejado……en mi pantalón, que cubrí con la falta y……a quí no ha pasado nada. Pude parecer una tontería, pero el honor, la honra y la compostura, no se debe perder nunca. La gente cuando llegas a un lugar frecuentado por personas del otro mundo, te miran como “ vacas al tren”, sientes que invades tu territorio y ocupas su espacio, ¿llevando quizás mala apariencia, o mal olor? Cada uno busca sus armas y valora su estado.

Descansamos un cuarto de hora, baño, una cocacola y a cuestas con el armario de dos cuerpos.


Llegamos al paseo de la playa mezclándonos con la gente, gente que paseaba y disfrutaba de una tarde preciosa. Caminábamos felices de encontrarnos en GIJÓN, llevábamos 14 días caminando, nos parecía una maravilla haber conseguido llegar hasta aquí y recordamos el fin de semana que estuvimos con la cuadri de Punta Cana, con que diferentes ojos se ven las cosas………. Y de repente delante nuestro…..-Mon, me suenan….., ¿no son MyC?, ¡ que alegría, que sorpresa!, delante nuestro, paseando como nosotros, nuestras amigas peregrinas, MyC, el caminos nos volvía a juntar. Apresuramos el paso, no notábamos ni el esfuerzo del Spring, y con los armarios a cuestas. Besos y abrazos, que felicidad. Había llegado a su destino final, de Gijón regresaban a su casa, nos ayudaron a buscar pensión y el lugar no pudo ser mejor, justo enfrente del puerto y al lado de la parte antigua, zona de sidras, picoteo, pubs, etc. Nos acomodamos, duchamos y después de ponernos el traje de paseo, nos camuflamos entre la gente del otro mundo, espías de sus movimientos, desconocían nuestro esencia de vida que llevábamos pegada a la piel y a los huesos y músculos, peeeeeero, las rodilleras nadie las ve, ni tampoco siente el olor del eucaliptos. Quedamos con MyC, tomamos unas sidras y cenamos juntos. Fue un final de etapa genial. Nos despedimos y nos prometimos estar en contacto. Gracias camino, por haberlas conocido.

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